A propósito del día del Periodista:
SEMBLANZA DE ALVARO ECHANDIA SANTOFIMIO
Por: Martha Esperanza Ramos de Echandia
"Su vida valió la pena y entonces....vale la pena registrarla".
Volver a ver y a estudiar la evolución de la vida de Álvaro Echandia Santofimio, desde su nacimiento hasta cuando retornó a su primitiva esencia, es comprobar que Álvaro sabía, que quería algo más, algo mejor para él y para la sociedad con la que siempre interactuó y a la que siempre cuestionó.
Por eso, al observar su vital recorrido lo veo fuerte y entusiasta comentándome sus primeras vivencias en su casa paterna del Chaparral en donde bajo la protección y con la orientación de sus padres Don Francisco Echandia Castilla y Doña Aminta Santofimio de Echandía disfrutó sus años de infancia entre juegos e iniciales aprendizajes que transcurrían en el antiguo parque municipal lleno de frondosos árboles a los que trepaba en juvenil emulación con sus hermanos, Luis Carlos "Rurico",Armando y Jaime , con los que asistía a la escuela pública ubicada a continuación de su casa y a la que por aquellas picardías de infancia accedían por la que él y sus hermanos llamaban "puerta secreta" que no era más que una fisura en la pared divisoria que ellos cuidadosamente disimularon hasta que fueron descubiertos por Don Francisco, Don Pacho Echandía, como lo llamaban en Chaparral quién después de propinarles tremenda reprimenda la clausuró para siempre.
Terminados esos primeros años felices en el Chaparral, fue enviado por sus padres a estudiar a Ibagué en donde en calidad de interno continuó y terminó sus estudios de bachillerato en el colegio San Simón en el que comenzó a inquietarse y a reflexionar sobre la manera cómo funcionaba la sociedad y el porqué de la existencia de diferencias entre las personas, lo que le valió la admiración y la camaradería de algunos colegas y no pocas sanciones de las reaccionarias directivas del plantel.
Desde entonces adquirió y cultivó el hábito de tertuliar con amigos con los que se reunía regularmente a pensar en nuevas ideas, lo que se convirtió en una reiterada práctica que ejercitó toda su vida.
En casa de Álvaro, siempre había tertulia. Al comenzar la tarde rodeado de sus amigos defensores de las más diversas convicciones políticas y procedentes de los más variados orígenes sociales, iniciaban la charla, hablando de política, de economía y de literatura, temas que se matizaban al ritmo del análisis del acontecer regional, nacional e internacional mientras se deleitaban con la deliciosa compañía de música de los grandes autores clásicos de Europa y por su puesto de la típica música tolimense, interpretada, al compás de guitarras y colombianísimos tiples.
Este ambiente alimentaba totalmente su creatividad que plasmaba en numerosos artículos periodísticos que difundía además por las emisoras que originaban en el Tolima y que informaban y orientaban la opinión de sus asiduos lectores y oyentes.
Habló y escribió con tanta fuerza, y resonancia que sus palabras quedaron grabadas para siempre en nuestra memoria, porque tenía la capacidad de comunicarse con precisión.
No obstante haber frecuentado las aulas de la facultad de derecho de la Universidad Libre en Bogotá, su pasión fue el periodismo pues tenía un talento especial para llegar al corazón de la información rápidamente y comunicar a los otros lo que había aprendido y concluido, ya que siempre escribía después de haber analizado y meditado el asunto, y lo mismo hacia como servidor público. Pensaba que un gestor tiene que digerir la información para tener éxito en la comunicación.
En su recorrido laboral por la administración pública se inició como personero municipal del Chaparral y se desempeñó en muchas oportunidades como concejal de éste municipio al igual que del Espinal e Ibagué. Ejerció como diputado a la asamblea departamental del Tolima y Congresista de la República, con sede en Bogotá, en donde ocupó durante varios periodos una curul a nombre del Movimiento Revolucionario Liberal (MRL)del cual fue cofundador en el Tolima y en Colombia con el expresidente Alfonso López Michelsen. Retornó al oficialismo del partido liberal y militó permanentemente en él.
Álvaro fue un liberal de pensamiento, de palabra y de acción. Afirmaba que de la esencia del liberalismo es el derecho a disentir y a fé que él sabía ejercer ése derecho.
También incursionó en otros sectores de la rama ejecutiva desempeñándose en el Ministerio de Trabajo como Inspector Seccional y en la Contraloría General del Tolima como secretario general. Ocupó también su tiempo en adelantar empresas particulares que le permitieron independencia para opinar.
No obstante desempeñarse con total competencia y eficacia en las diferentes actividades laborales que ejerció su pasión fue escribir y su oficio favorito el periodismo. Se enorgullecía de llamarse periodista independiente y lo ejercía como una expresión de su diaria y dinámica reflexión en la que utilizaba frases claves y palabras que con gran precisión transmitían sus ideas más importantes.
Decía que "en esto del arte de escribir para comunicar una de las medidas para el éxito es el grado de precisión y exactitud con que nuestras palabras transmiten lo que queremos".
Álvaro, Durante toda su vida mantuvo su interés por Chaparral y su gente y fue por eso que tuvo la iniciativa de cofundar, con la señora Mary Rodríguez de Ramos , la Corporación Acción Social por Chaparral, que fue la primera entidad que en ése municipio hizo realidad un plan de vivienda de interés social y otras obras que permanecen en el tiempo para bienestar de sus coterráneos.
Utilizar el lenguaje en su forma hablada y escrita fue la gran actividad de Álvaro para reflejar las necesidades de la sociedad tolimense y colombiana, así lo registran las ediciones del periódico El Figaro que fundó desde la época del MRL y mantuvo con su propio esfuerzo durante muchos años y los incontables artículos que fueron publicados en otros diarios, semanarios y revistas que circularon en el Tolima y en Colombia y que su voz difundía por las ondas radiales de ecos del combeima, la voz del Tolima, radio súper y otras emisoras bajo el rotulo de: "Escuchemos el comentario del periodista Álvaro Echandia".
Y así..... se le pasaron los años utilizando las palabras para unir a sus lectores y oyentes a las causas que consideraba justas, porque con su lenguaje reflejaba las necesidades de su sociedad haciendo juicios de forma racional siempre en busca de lo que consideraba necesario : la justicia social .
Álvaro Echandia Santofimio, no está físicamente con nosotros, pero su reflexión permanece y es un gran gusto que el Museo de Historia de Chaparral fundado, gestado y administrado por el profesor Álvaro García Padilla, haya decidido que es importante que sus coterráneos y las nuevas generaciones conozcan al ritmo de la lectura de sus escritos, el análisis de los acontecimientos de la época en que vivió, hechos de entonces que, ahora son la historia del Tolima y de Colombia.
Celebro su iniciativa profesor Padilla. Sé que el espíritu de los grandes del Chaparral, lo acompañarán para alcanzar el éxito en ésta magnífica obra que se ha propuesto realizar.
Un abrazo desde Portugal, Coterránea y Amiga,
MARTHA ESPERANZA RAMOS DE ECHANDIA